LA TRAMPA FINANCIERA de las tarjetas Revolving

16.10.2024

La facilidad de la contratación y las pocas exigencias que se piden, comercializadas normalmente en centros comerciales en fechas de masiva afluencia de clientes, hace que las tarjetas revolving se hayan convertido en una de las formas de crédito más demandadas.

A veces por desconocimiento y en otras ocasiones por la necesidad de disponer de dinero de manera rápida, se confunde la tarjeta de crédito con la tarjeta revolving, pero debemos tener cuidado pues el uso de una o de otra es muy diferente y se va a notar sin duda en su bolsillo.

En la tarjeta revolving no existe la posibilidad de abonar al mes siguiente sin intereses, aquí solo se permite pagar cada mes una fracción mínima de la deuda, el resto será aplazado y con una carga importante de intereses.

En realidad, nos encontramos ante una cuenta de crédito renovable o rotativo, mediante la cual el cliente dispone de una línea de microcréditos para realizar los pagos que considere oportunos hasta la cantidad que tienen autorizada, que generalmente se encuentra en el rango de los 300 € hasta los 12000 €.

Tras utilizar la tarjeta la cantidad dispuesta se devuelve de forma fraccionada en múltiples cuotas que pueden establecerse, bien como un porcentaje del capital adeudado, o bien, como una cuantía fija mensual. De este modo, el número de cuotas se puede ir incrementado a medida que se dispone del dinero. A medida que se paga el capital prestado este vuelve a estar disponible para ser gastado, y en la práctica se "renueva el crédito".

El tipo de interés aplicado suele rondar el 25 % y además permite cobrar gastos adicionales como comisiones de estudio, comisiones de apertura, comisión por impago o seguros de protección de pagos.

Se trata de un producto muy lucrativo para la entidad financiera pero muy lesivo para los clientes al entrar de lleno en el marco jurídico de la Usura.

Las tarjetas revolving pueden resultar atractivas para quienes necesitan realizar compras sin disponer del dinero en su cuenta corriente y quieren tener una flexibilidad en sus pagos, pues uno de sus atractivos, sin duda, es la facilidad en la devolución del crédito, pues se puede realizar en cantidades muy pequeñas.

Sin embargo, resulta un producto muy caro y que genera una cantidad de intereses enorme. Se puede considerar que es una línea de crédito permanente que se convierte en una trampa financiera, pues la deuda, los intereses, las comisiones y los gastos que se van generando aumentan la suma adeudada de forma indefinida e inasumible

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